Cuando nos vinimos de vacaciones a tierras alicantinas, ya sabíamos que nuestros amigos Jose y Laura y sus preciosas hijas Patricia y Paula iban a veranear en Mazarrón, Murcia, y quedamos con ellos en vernos un día en algún lugar entre donde ellos iban a estar y nosotros.
Ayer elegimos una playa de Orihuela llamada Campoamor, donde pasamos un magnífico día. Ellos llegaron primero y mientras nos esperaban, encontraron un bar regentado por unos simpáticos ingleses donde había Cruzcampo, y allí degustamos la primera cervecita.
A continuación bajamos a la playa, montamos el campamento y entonces al agua patos. El agua de estas tierras está calentita como caldito del puchero y te puedes pegar unos largísimos baños, que en el caso de nuestras hijas el primero duró desde las 12.45 h hasta las 3.10 que tuvimos que sacarlas del agua por que los estómagos rugían ya, como el león de la Metro. Así, que nos encaminamos al chiringuito a disfrutar de unas exquisitas viandas de estas tierras, como así fue, y de una mejor sobremesa que se alargó hasta las 8.45 h de la tarde. Nos atendió un simpático camarero gallego, del Depor, por más señas y que se confesó amante de Sevilla y al que prometimos que su foto saldría en nuestro blog y como lo prometido es deuda aquí está.Después del último baño nos encaminamos, con tristeza a coger el coche para volver a nuestros respectivos lugares de veraneo, pero ¡oh que casualidad!, nos encontramos por el camino otra vez con el bar ingles donde habitaba Gambrinus y allí, a parte de tomar otra fresquita y cenar, nos hicimos algunas fotos con la bandera de nuestro equipo, ante el estupor de los viandantes y de los clientes de dicho establecimiento. Pero ante todo " Viva el Sevilla".
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